El juego antes conocido como Popomundo

De vez en cuando, también me gustan los juegos de rol.

El más jugable que me he encontrado en los últimos tiempos es un MMORPG gratuito, original y muy completo sobre...¡estrellas de la música!

Al comienzo, tu personaje es un pipiolo de 18 o 20 añitos que vive con su mamá y reparte su tiempo entre tocar por la calle para sacar cuatro perras, leer algun libro, ir a la uni, empezar a tocar con los colegas del barrio, compne su primera canción...

Con el tiempo, llegan los primeros conciertos, las giras, los groupies, la presión de sacar un disco al mes para mantener la fama,...

O quizá no. Quizá descubres que la música no es el tuyo y quieres ser médico para curar a los griposos y a los que se olvidaron de usar la gomita. O policía para arrestar a los ladrones, a los que pintan graffitis o queman locales. O bombero...

Quizá quieras dedicarte a la política y hacer una dura campaña, aguantar calumnias y trabajar duro. O montar tu propia empresa y forrarte, o perseguir zombies, casarte y tener muchos hijos, ser un paparazzi que persigue estrellas con su camara o instigar la revolución contra un mal gobernador, dar clases en la universidad...

Claro que siempre queda la vena delictiva y uno puede robar libros raroz, dejar su firma por toda la ciudad, fabricar y usar cocteles molotov, ir a la cárcel (y escapar de ella),...

En definitiva, el juego no tiene un objetivo claro ni hay en él un ganador objetivo. Pero las posibilidades son muchas y triunfar requiere, como en la vida misma, años de sacrificio y una chispa de ingenio.

Os dejo los links a mi personaje y el grupo en el que toco.

Paseando por el Koldo Mitxelena

Siempre me han gustado las bibliotecas. Una biblioteca es un lugar tranquilo, apacible, donde nunca hace frío ni calor, ni llueve, ni sopla el viento. Nadie levanta la voz y eres libre para leer.

De todas ellas, el Koldo Mitxelena , que recibe su nombre del escritor de Rentería, es mi favorita.

Cuando estudiaba aquí, entre las horas de estudio, siempre daba algún paseo en torno a las estanterías de la primera planta, donde se alojan las novelas. De vez en cuando me paraba ante una, la extraía y la ojeaba. Ojearla me podía llevar dos segundos o dos horas, si el libro enganchaba. A menudo salía de la biblioteca con tres libros (el máximo permitido) bajo el brazo.


Hoy estoy de vuelta en el Koldo y una vez más, me paseo entre libros y vidrieras. Y una vez más, salgo con tres libros bajo el brazo. Aunque no sé si tendré tiempo de leermelos, no puedo irme con las manos vacías.

Continuidad de los parques

Me fascina cómo Cortazar convierte en fácil lo difícil, lo increible en inevitable. Este es uno de sus cuentos más conocidos.

Continuidad de los parques

Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restañaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.

Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.

Babasónicos







Ensalada "mar y montaña"

Ingredientes para 1 persona

unas hojas de lechuga
1 cebolleta
1/2 tomate
una cucharada de guisantes cocidos (pueden ser de lata)
una cucharada de maiz (pueden ser de lata)
una lata de atun al natural
100 gr. de pavo
1/2 pepino
1/2 docena de gambas peladas
1 diente de ajo
aceite de oliva virgen extra
mostaza de dijon
vinagre de vino tinto
perejil
estragón
albahaca
romero
una pizca de sal maldón

Preparación

Lavar la lechuga y la cebolleta y el tomate y cortarlos en pequeños trozos. Mezclarlo todo.

Pelar el pepino y cortarlo en dados.

Freir el pavo en una sartén con un poco de aceite.

Por otro lado, freir las gambas y el ajo en otra sartén.

Escurrir el atún y mezclarlo con el estragón

En un vaso, verter aceite, vinagre, un poco de mostaza y albahaca. Remover bien con un tenedor.

Para emplatar, disponer la lechuga, la cebolla y el tomate en medio del plato. Alrededor, el resto de los componentes en pequeños montones. Verter el aliño y un poco de sal sobre la lechuga.

Echar un poco de perejil sobre las gambas y romero sobre el pavo.

Et voilà!

Salmón al Gorgonzola

Ingredientes para 4 personas:

1 kg. de de salmón fresco
150 gr. de queso gorgonzola
2 patatas medianas
2 cebollas
una docena de tomates cherry
una ramita de perejil fresco
aceite y sal

Preparación

Limpiar el salmón y sacarle el lomo. Reservar. Con las espinas, hacer un caldo (esto es opcional).

Cortar la patata en laminas gruesas.

En la bandeja del horno, verter una gota de aceite. Esparcir por la bandeja con una lámina de patata. Distribuir todas las láminas en la bandeja. Meter al horno caliente a fuego medio durante unos 10 min.

Cortar la cebolla en rodajas. Sacar la bandeja del horno y colcoar el lomo del salmón en el centro. Distribuir las rodajas de cebolla alrededor. Meter al horno otros 5 min.

Mientras, trocear fino el perejil. Pasados los 5 min. se saca la bandeja del horno, se distribuye el queso sobre el salmón, la patata y la cebolla (que a estas alturas ya deberían estar cocinados) y se espolvorea el perejil por encima.

Se vuelve a meter al horno para que se derrita el queso. Et voilà!

Gamla Stan, o la isla donde empezó todo

La Venecia escandinava, como la llaman (o quizá me lo acabo de inventar, que más da), es una ciudad preciosa, limpia, agradable y nada aburrida.

Lo primero que te llama la atención cuando bajas del autobús son los coches. Por su ausencia. Los suecos son muy respetuosos de la naturaleza y apenas los usan. Eso y los fuertes impuestos y tarifas de parking que gravan la entrada de vehículos al casco urbano.

Cada vez que un amigo me dice que va a Estocolmo, recuerdo con envidia los buenos ratos que pasé allí y en seguida le procuro una lista rápida de rincones chulos que no puede perderse. Antes de que se me olviden, los dejo por escrito para que todos podáis disfrutarlos.

Gamla Stan es donde empezó todo. Esta pequeña isla era Estocolmo en la edad media, luego se les quedo pequeña. Aquí se encuentran algunos rincones que no te puedes perder en tu visita.

Viniendo desde el centro de la ciudad, lo primero que vemos es el palacio real, imponente y limpio, presidir la isla irguiendose sobre los canales. Para los frikis de los museos, dentro del palacio hay 1/2 docena.

Si te conformas con ver el palacio desde fuera y sigues subiendo hacia el interior de la isla, llegas a la Stortorget, la gran plaza. La que sale en todas las postales. ¿por qué?

En el siglo XVI los daneses invadieron Suecia. Los suecos, bajo el mando de Stern Sture (el braveheart local) se rebelaron. Y como pasa siempre, ganó el poderoso y pasó al débil; en este caso los suecos, a cuchillo. Es lo que se conoce como el baño de sangre de Estocolmo. Y fue aquí, en esta plaza.

Además de sacar la foto y sentir el peso de la historia bajo sus pies, en esta plaza puede uno pegarse un excelente desayuno-almuerzo en los deliciosos cafés que albergan esas casas tan coloridas.

El desayuno típico, que recomiendo, incluye zumito de naranja, un tazón de chocolate blanco (la especialidad de la región) y un cinnamon roll, es decir, un rollo de canela, el más típico dulce sueco.



Tras este desayuno, se puede bajar por la calle más estrecha de la ciudad hasta el centro de la isla, donde abundan las tiendas de souvenirs y algunos buenos restaurantes.

Al anochecer, es decir, a las 5 de la tarde, empiezan a sonar acordes de blues y jazz en los pintorescos garitos que jalonan el sur de Gamla Stan. No puedes venir a Estocolmo y no tomarte una cerveza en el Stampen.

Para acabar, puedes dormir en cualquiera de los muchos hostales de Gamla Stan. Aunque no son baratos (25 € de media), es una gozada levantarse aquí por la mañana.

También tengo buen recuerdo de un hostal que estaba cruzando el puente hacia Södermalm (hacia abajo), a la izquierda. El hostal en cuestión era el pequeño barquito rojo de la foto.

Suficiente por hoy, otro día seguimos con la visita. Y no puedo acabar el post sin agradecer a Aitor (el de la izquierda en el desayuno) haber sido mi cicerone por Estocolmo. Este post es más suyo que mío.

The Super Super Tuesday

Aborrezco la política y a sus actores. Atender a las promesas electorales del papanatas de turno me produce más o menos la misma fria indiferencia que el tomate. Vaya por delante.

Sin embargo, llevo meses esperando este día. Meses de quinielas sobre los candidatos, investigando sus historias y devorando con avidez cada chisme electoral.Incluso he hecho un test para comprobar mis conocimientos (67%). Por fin, el supertuesday ha llegado, y ardo en ascuas por conocer los resultados, como si se tratara del desenlace de Prison Break.



En el lado republicano, salvo sorpresa mayúscula, McCain lo tiene hecho. Tras la espantada de Giuliani, el ya ex-alcalde de américa, los otros dos candidatos, Huckabee y Rommey, se apagado poco a poco a base de bandazos ideológicos y alguna pifia. Los errores de sus rivales han aupado al multimillonario de las patatas fritas a un merecido primer puesto.

McCain ya se presentó a las elecciones en 2000 y desde que las perdió, no ha hecho sino oponerse a la administración Bush. Su probable victoria es un mazazo para los más duros del partido, que lo tildan de "rojo". A mi modo de ver, esa es su mejor baza. Si gana la nominación, rascara más votos entre los indecisos que un evangelista o un mormón. De hecho, las encuestas lo situan por delante de Hillary y Obama en un cara a cara hipotético (cada vez menos).

En cuanto a esos dos, la cosa está que arde. Si yo fuera Hillary, estaría fuera de mí. Ponte en su lugar; lleva años preparándose para esto. Aguantó estoica los cuernos, se sobrepuso y fue senadora por NY. Tantas conferencias, entrevistas, charlas, sonrisas,...

...Y entonces, llegó Obama. suave al principio, como si fuera poquita cosa. Pero ha ido creciendo a cada envite y aquí estamos, cara a cara en el Super Tuesday.

Obama nació en Hawai, de padre keniata, vivió en Indonesia de crio (y habla el idioma), estudió con brilantez en una de las mejores universidades del mundo, se fue a los suburbios de Chicago a ayudar a los inmigrantes hispanos y desde 2000 es senador.

Sus apoyos más vistosos son, excepto Robert de Niro, mujeres. La suya, Michelle, incombustible; la archipresentadora Oprah Winfrey; Maria Shriver, la mujer de Suarsenager y Caroline Kennedy, "Me gustaría tener un presidente como mi padre". Tres días antes del big big tuesday, ahí es nada.

Para Hillary, cualquier resultado que no sea arrasar, especialmente en NY y New Jersey, es una derrota. Y salvo en NY, Hillary no va a arrasar. Obama es un valor en alza y yo, por si acaso, me he hecho su fan en el feisbuk.

Para saber más:
Super Tuesday en The Economist
Gráfico del pais sobre el Super Tuesday
Guía de las primarias de El Mundo

¿Quiere usted ser millonario?

Estoy estudiando en la biblioteca de la universidad. Salgo al baño y al volver miro al expositor de libros. En seguida uno llama mi atención. Es de esos amarillos de anagrama. En letras grandes se lee ¿Quiere usted ser millonario? Y más abajo, en una etiqueta roja, peripecias de un superconcurso televisivo. Abro el libro por la primera página y dice así:

Me han arrestado. Por ganar un programa concurso. Vinieron a buscarme ayer por la noche, ya tarde, a una hora a la que incluso los perros callejeros ya se han ido a dormir. Derribaron la puerta, me esposaron y me llevaron hasta un jeep en el que brillaba una luz roja intermitente.

No quiero seguir leyendo. Esto promete y yo debería estar estudiando. Lo dejo para más tarde. En cuanto llego a casa, saco el libro de la mochila. Es de esos que se pegan a tus manos. Lo suelto un par de horas después, ceno y en seguida vuelvo a el. A medianoche ya he terminado.

Rama Mahoma Thomas es un camarero analfabeto de un suburbio de Bombai. Por azares de la vida, consigue presentarse al concurso ¿Quiere ser millonario? Y por azares de la vida, conoce las respuestas a todas las preguntas, hasta llegar a los mil millones de rupias.

Detrás de cada pregunta acertada se esconde una historia que nos desvela cómo es posible que un Forrest Gump hindú conozca la respuesta a cada una de las trece preguntas.

Estos trece relatos componen la insólita vida de un personaje muy especial y nos describen trece pinceladas complementarias (y muy crudas) de la India actual, desde la industria del cine de Bollywood hasta el Taj Mahal, tocando por el camino el vudú, el espionaje, los niños esclavos, el alcoholismo, los malos tratos, la guerra, el amor o la amistad.

Por supuesto, estas trágicas historias también nos da las claves de lo que uno debe hacer si quiere ser millonario. Para averiguarlo, tendrás que leer el libro.

Por sí no he sido capaz de provocar tu curiosidad.

Llega el Poker global

Mira que no le acabo de coger el gusanillo al juego este. Y eso que está de moda. Lo pensé ayer, iba en el autobús y no puedes evitar oir la conversación, esta noche tengo partida de poker en el local, ultimamente jugamos mucho, etc...

El poker está de moda. No sé si por los campeonatos que retransmite Eurosport o por la cantidad de páginas online donde se puede jugar (y apostar). No hace falta ir a un casino; millones a un click.

Hace unas semanas lei en The Economist, una de las revistas económicas de más prestigio mundial, un artículo sobre el poker. El artículo venía al hilo de que los grandes veteranos del juego han sido desbancados en el último campeonato mundial por una pipiola escandinava de 19 añitos en la foto, junto al héroe caido).


No estamos hablando de un simple juego de cartas. Como afirma el susodicho artículo, el poker mueve miles de millones de dolares. En EEUU, ya se reconoce como profesión el ser jugador de poker. Incluso hay estudiantes de económicas o de informática que lo ponen en el curriculum.

En fin, escribo todo esto porque esta noche yo también he quedado para echar una partidita. Iba a decir eso de a ver si hay suerte, pero dicen q es más cuestión de maña. Veamos quien tiene dotes de empresario...